Tercer mito: “Solamente 144 mil justos van al cielo”.
Formulación del mito: Según los testigos de Jehová, existen dos posibles destinos para los justos: el cielo, reservado a 144 mil justos, y la tierra, que será convertida en un paraíso, donde vivirán eternamente la mayoría de los justos, bajo el gobierno de Dios y de los 144 mil que residirán en el cielo.
Otra formulación del mito: “Existe la clase terrestre y la clase celestial o ungida”.
Origen del mito: Se debe a una mala interpretación de la Biblia, especialmente de textos del Antiguo Testamento, en lo que se refiere a la recompensa futura para los justos. ¿Qué dice la Biblia?
1. La Biblia habla de una separación entre malos y buenos.
Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los buenos y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar y el rechinar de dientes (Mt 13, 49-50).
2. Los malos irán al castigo eterno y los buenos a la vida eterna.
Entonces el rey dirá a los de la derecha: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. (…) Dirá después a los que estén a la izquierda: «¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles! (…) Y éstos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.» (Mt 25, 34.41.45-46).
3. No se habla de una separación entre buenos y buenos.
Las parábolas del Reino presentes en Mt 13 (la parábola del trigo y la cizaña = Mt 13, 24-30 y la parábola de la red = Mt 13, 47-50) señalan la separación entre buenos y malos, entre los justos y los pecadores que no tienen ninguna disposición a convertirse. No hay indicio en la Biblia de que existan cristianos de primera y de segunda clase, con un destino eterno distinto.
4. Estamos llamados a una única esperanza, a una única vocación y a un solo destino.
Los capítulos 2 y 3 del libro del Apocalipsis son enfáticos al señalar un único destino para los que son fieles a Jesús: se les permitirá comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios (Ap 2, 7); no padecerán la segunda muerte (Ap 2, 11b); recibirán el poder que Jesús recibió de su Padre (Ap 2, 26-28); sus nombres no serán borrados del libro de la vida (Ap 3, 5); serán columnas en el templo de Dios (Ap 3, 12); se sentarán en el trono de Jesús, junto a Él (Ap 3, 21), etc.
Se trata de imágenes para describir la vida eterna, el acceso a la Jerusalén celestial, a la salvación. En este mismo sentido se puede presentar la parábola de los trabajadores de la viña (Mt 20, 1-16), que habla sobre la recompensa que espera a los que dejan todo para seguir a Jesús: se trata de un don, de un regalo inmerecido, que es igual para todos. De hecho, aunque los trabajadores fueron llamados a distinta hora, todos recibieron el mismo salario. Mejor aún, la Sagrada Escritura afirma enfáticamente que todos los que creemos en Cristo hemos sido llamados a una misma esperanza:
Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu: un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza (Ef 4, 3-4).
5. Nuestra patria no está aquí: ¡Está en el cielo!
Es cierto que en el Antiguo Testamento el objeto de la promesa era la posesión de la tierra en la que el pueblo gozaría de una existencia libre según la justicia (Dt 6, 20-25), con descendencia numerosa, prosperidad económica y larga vida. Sin embargo, ya los salmos nos hacen entrever un cambio de perspectiva:
Pero yo siempre estaré contigo, tú agarras mi mano derecha… ¿No te tengo a ti en el cielo?; y contigo, ¿qué me importa la tierra?… Para mí lo bueno es estar junto a Dios (Sal 73, 23.25.28).
Por eso, en la Nueva Alianza el objeto de la promesa es el reino de los cielos, la vida eterna,
la patria celestial.
Quienes así razonan demuestran que están buscando una patria. Pero si hubieran sentido nostalgia de lo que abandonaron, podrían haber vuelto allá. Por el contrario, aspiraban a una mejor, es decir, a la patria celestial. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios, porque les había preparado una ciudad (Hb 11, 14-16).
Esto se lo decimos apoyados en la Palabra del Señor: los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los ya muertos; porque el Señor mismo, al sonar una orden, a la voz del arcángel y al toque de la trompeta divina, bajará del cielo; entonces resucitarán primero los que murieron en Cristo; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos llevados juntamente con ellos al cielo sobre las nubes, al encuentro del Señor; y así estaremos siempre con el Señor (1Tes 4, 15-17).
En este pasaje, san Pablo habla de la parusía, de la Segunda Venida del Señor, y no habla de que sólo 144 mil irán al cielo. Señala que los que estén todavía vivos, se reunirán juntamente con los que resuciten y serán llevados junto a ellos al cielo. Así el Señor cumplirá plenamente lo que nos prometió -a todos- en la Última Cena:
En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así lo habría dicho, porque voy a prepararles un lugar. Cuando haya ido y les tenga preparado un lugar, volveré para llevarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes (Jn 14, 2-3).
6. ¡Somos ciudadanos del cielo!
De hecho, la Biblia señala lo siguiente:
«Nosotros somos ciudadanos del Cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo» (Fil 4,1).
Así, pues, la creencia de una futura separación entre buenos y buenos es un mito. No es una verdad presente en la Biblia.
Verdad: La Biblia habla de una separación entre malos y buenos; no entre buenos y buenos. Y promete la patria celestial, no un paraíso en la tierra.
«Sabemos de hecho que cuando sea destruido este cuerpo, nuestra habitación en la tierra, recibiremos una habitación de Dios, una morada eterna, no construida por las manos del hombre, en los cielos» (2 Cor 5, 1).
«Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por pensamiento de hombre cuáles cosas tiene Dios preparadas para los que le aman» (1 Cor 2, 9).
Con relación al Paraíso terrenal, ya lo contemplaron y disfrutaron nuestros primeros padres.
Así, pues, según la Biblia: ¡Usted puede vivir para siempre en el paraíso celestial!
mil gracias mis queridos hermanos en cristo
por aberlos encontrado en esta pagina,ya que me esta sirviendo muchisimo para reafirmar mi fe en la iglesia de cristo ,estoy convencido de que vamos por buen camino
digo vamos porque yo tambien ya empese a las visitas domiciliarias
que dios y la sma virgen los bendiga
sigamos formandonos en la fe verdadera, para que nuestro pueblo no perezca por falta de conocimiento, OSEA, 4.4
ASI QUE GRACIAS APOSTOLES, AQUI EN REP. DOMINICANA ESTAMOS MUY CONTENTOS PORQUE QUEREMOS RECIBIR MAS ENSENANZAS DEL GRUPO QUE NOS VISITA DE MEXICO. EL PADRE OSCAR,TLAPANCO, PADRE REYES MENDOZA, HNO RUBEN Y MATEO Y LAS DAMAS KATI Y LAS DEMAS. GRACIAS.
Es hermoso lo que hacen con la obra evangelizadora, por muchos años la Iglesia ha sido atacada por los hermanos separados, que una vez pertenecieron a la Iglesia, pero se mantendrá en pie
Yo recuerdo que un familiar que fue bautizado al nacer en la iglesia catolica, se cambio de joven a testigo de Jehova, el predecia mucho el fin del mundo, al pasar al año 2000 no hubo nada, no es primera vez que ellos dan fechas, tiene mas de un siglo que dan fechas segun investigaciones que he hecho en internet. Mi familiar se cambio cuantas veces se decepcionaba de una secta protestante a otra, buscando la verdad y respuestas a sus dudas de fe (claro que si siempre veia defectos en los hombres que iban a cada iglesia que llegaba nunca iba a encontrar la iglesia perfecta! somos todos pecadores y tratamos de buscar la perfeccion…nuestra fe catolica no debe basarse en un sacerdote u otra persona, porque todos cometemos errores, nuestra fe debe basarse en Cristo, en la santisima trinidad). Mi familiar al final creo que antes de morir pidio un sacerdote para confesarse y morir en paz finalmente en la fe catolica. Por la esperiencia de este familiar, yo creo que nunca me cambiaria de religion, porque no podria vivir sin tomar el cuerpo y la sangre de Cristo, cuando las personas se salen de la iglesia catolica y dejan de comulgar, pierden su comunion viva con el Salvador.
buenas tardes mi mui querido padre amatulli, y a todos mis hermanos misioneros A,P. Es mi primera bes que me comunico con ustedes, y es de mi mui grande agrado saludarlos. sabe padre soi un aspirante al diaconado aqui en Tepi Nayarit. pero creo que no es mi vocasion. siento mas en mi corason el deseo de prepararme en el campo apologetico para poder ayudar a mis hermanos confundidos en la fe. que me aconseja padre. para mi es mui animador y emotivo conoser mi fe catolica y trasmitirla a mi projimo. muchas felizidades por su gran amor y entusiasmo por darnos la palabre de Dios.
Querido hno Abel Guzman:
hojala que te pongas en contacto con nosotros en el anexo de la catedral de tepic los martes de 5:00 pm a 7:00pm, nos esforsamos en llevar carisma de los Apostoles de la Palabra, asistidos por el padre Lazaro nuñez, Fmap. desde New York a travez de E-mail y otros medios. Dios Te Bendiga. a los demas hnos en el apostolado que el Espiritu Santo los llene de un ardor misionero inextenguible. saludos desde tepic nayarit mexico.
Aquí en Quintana Roo México me comento un testigo de Jehová que aquí en Chetumal no hay ninguno de los que se van a gobernar con Cristo durante el reino de mil años,pero en Cancun hay uno y en Belice hay otro de los 144000 estos ya están listos para ir agober
Buen articulo con Este tipo de informacion vamos mas seguros de poder responder
Anuestros hermanos en las comunidades de base, hermanos toma tus sandalias y tu
Mochila y trabajar para el reino de Dios, dejemos de estar culpando a nuestros sacerdotes
Y a la iglesia. Dios nosdio la libertad de eligir de cuales queremos ser de los buenos o los
Malos: