México, un país históricamente asociado con el catolicismo, está viendo un panorama religioso cada vez más diverso. Según los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la religión sigue jugando un papel importante en la vida de los mexicanos, pero el panorama ha cambiado, reflejando una sociedad más plural y con nuevas dinámicas sociales.

El catolicismo sigue siendo la religión predominante

A pesar de los cambios, el catolicismo sigue siendo la religión más profesada en México, con un 77.7% de la población identificándose como católica. Esta cifra, aunque sigue siendo alta, muestra una disminución respecto a décadas anteriores, lo que indica un cambio en las preferencias religiosas en el país. En las últimas décadas, el catolicismo ha experimentado una pérdida gradual de seguidores, tendencia que se ha dado en muchas partes del mundo debido a la secularización, el acceso a nuevas creencias a través de la globalización y el aumento de la búsqueda de espiritualidades alternativas.

Crece la diversidad religiosa

Aunque el catolicismo sigue siendo mayoritario, el Censo de 2020 revela un crecimiento en el número de personas que profesan otras religiones. Alrededor del 11.4% de la población mexicana tiene alguna adscripción religiosa diferente al catolicismo. Entre las religiones más presentes en México se encuentran el protestantismo, el judaísmo, el islam, el budismo y el hinduismo, aunque en menor medida. Este fenómeno es principalmente el resultado de la migración internacional y de un cambio cultural hacia la pluralidad religiosa. Las comunidades de inmigrantes, especialmente de origen árabe, asiático y afrodescendiente, han traído consigo sus tradiciones religiosas, enriqueciéndo la diversidad del país.

Aumento de las personas sin religión

Otro dato interesante del Censo de 2020 es el crecimiento de las personas que no profesan ninguna religión. Alrededor del 10.6% de la población mexicana se identifica como “no religiosa”. Esta cifra ha ido aumentando con los años y refleja una tendencia global hacia la secularización, donde las personas se alejan de las instituciones religiosas tradicionales. Muchos de estos individuos pueden estar en busca de nuevas formas de espiritualidad más personalizadas o simplemente rechazan las estructuras religiosas tradicionales. Este fenómeno también puede estar vinculado con una creciente desconfianza hacia las instituciones religiosas, especialmente en un contexto donde las generaciones más jóvenes son cada vez más escépticas respecto a las creencias tradicionales.

Implicaciones de los datos

Estos datos del INEGI no solo proporcionan una radiografía precisa de las creencias religiosas en México, sino que también abren el debate sobre el papel de la religión en la sociedad mexicana actual. Si bien el catolicismo sigue siendo la religión dominante, la pluralidad religiosa está marcando una diferencia notable, especialmente en las grandes ciudades donde la migración y la exposición a otras culturas son más evidentes.

La creciente presencia de personas sin religión y de grupos religiosos no cristianos refleja una transformación en los valores y creencias de la sociedad mexicana. Para algunos, esto representa un desafío en términos de identidad nacional y cohesión social; para otros, es una oportunidad para promover el diálogo interreligioso y la tolerancia, vitales en un mundo cada vez más globalizado.

Conclusión

México, un país de rica tradición católica, está experimentando un cambio significativo en su panorama religioso. Si bien el catolicismo sigue siendo la religión mayoritaria, la diversidad religiosa y el aumento de personas sin religión muestran que la sociedad mexicana está evolucionando. Estos datos del Censo 2020 del INEGI nos invitan a reflexionar sobre cómo las creencias religiosas se están adaptando a los nuevos tiempos, y nos desafían a fomentar una convivencia respetuosa en un país cada vez más plural.