Con rezos, oraciones y hasta Mañanitas, veracruzanos adoradores de la Santísima Muerte, organización religiosa a la que Gobernación le retiró su registro, festejan desde ayer martes
*Mañanitas, oraciones y hasta peregrinación
*Narcos y delincuentes principales adoradores
Por ISABEL ZAMUDIO ROMÁN
Foto ML Reyna
Con rezos, oraciones y hasta Mañanitas, veracruzanos adoradores de la Santísima Muerte, organización religiosa a la que Gobernación le retiró su registro, festejan desde ayer martes y este miércoles lo que ellos llaman la fiesta de su Santa Patrona.
El culto a la Santa Muerte fuertemente arraigada en el norte del país donde se combina con la veneración a Jesús Malverde, el "Santo de los Narcos", cuyas imágenes aparecen en los domicilios que catean las autoridades cuando detiene a narcotraficantes, se ha extendido poco a poco en Veracruz, al grado que en el interior del mercado Hidalgo varios locales han sido adaptados como altares en honor a la misma.
El culto a la Santísima Muerte como llama la señora Virginia Nava a la huesuda, ha tenido un boom en los últimos años.
Inició como rito practicado entre narcotraficantes , delincuentes y asesinos, pero se comenzó a popularizar entre quienes querían conseguir "milagros express" obtener riqueza, conseguir un amor imposible, la muerte o derrota de alguien odiado.
Nava Rosas admitió que en este culto los delincuentes encontraron una imagen acorde a sus actividades por lo cual la veneraron y le pidieron protección.
Incluso visten esta imagen con ropas que a lo lejos llega a confundirse con la Virgen de Guadalupe.
El año pasado integrantes de la secta que rinde culto a la Santísima Muerte en Veracruz iniciaron la construcción de un templo en la zona conurbada hasta donde llevaron una peregrinación.
Los que mejor negocio han hecho con este culto son los comerciantes de yerbas, veladoras e imágenes de la muerte de los mercados municipales, ya que estas figuras son mezcladas incluso con las imágenes de los santos tradicionales del catolicismo. Hay oraciones y rezos para pedirle favores y evitar un castigo absoluto después de perder la vida.
El precio de las imágenes de la llamada Santísima Muerte va desde los 20 hasta los 2 mil pesos, dependiendo el material de que esté hecho y el tamaño.
Al menos comercializan una docena de ellas por semana entre quienes ven en esta figura el último recurso para obtener algún favor.
Fue tal la fuerza que tomó que la Iglesia Católica condena el culto a la Santísima Muerte, consiguiendo el retiro del registro de Gobernación a la organización civil que amparaba este culto.
Se han dado casos en que en capillas católicas la imagen de la Virgen o Dios es sustituida por la de la Santísima Muerte o hasta destruyen las iglesias como ocurrió a mediados del año pasado en la carretera fronteriza Anáhuac-Nuevo Laredo, Tamaulipas donde fue incendiada y semidestruida una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe.
También en Tamaulipas, en la carretera Anáhuac-Lampazos, una ruta muy utilizada por los narcos, fue construida una capilla en donde sobresale una figura de casi un metro de altura de la Santísima Muerte; la capilla tiene además una fotografía de Jesús Malverde, "el Santo de los Narcos", una imagen de Pancho Villa y como ofrenda cigarros de marihuana.
A finales de diciembre pasado la Policía detuvo al líder de la banda dedicada al narcotráfico conocida como "los Norteños", José Gil Caro Quintero, y cuatro de sus cómplices en Guadalajara.
Los "Norteños" fueron identificados por las autoridades policiales como una banda dedicada al tráfico de drogas en Jalisco, Morelos y Veracruz y a los mismos les fueron incautadas armas de fuego, entre ellas una pistola calibre 38, de oro, con pedrería y con la figura de la Santa Muerte.
El culto al esqueleto humano vestido a imagen y semejanza de la patrona de México o de novia se ha convertido en evidencia de que la persona que la adora, puede estar relacionado con el crimen organizado y buscan evitar el castigo divino.