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La Razón
Son tiempos turbulentos para la Iglesia episcopaliana de EE UU, epicentro estos días de un intenso debate nacional entre la fe y la homosexualidad. Más de una docena de congregaciones de episcopalianos -como se denominan a los miembros de la Iglesia anglicana en EE UU- han abandonado sus diócesis estadounidenses en lo que va de año para unirse a la Iglesia anglicana de África y Suramérica.

El asunto tiene gran calado. Se trata de un cisma que comenzó en 2003, cuando la Iglesia episcopaliana ordenó obispo de la diócesis de New Hampshire a Gene Robinson, un reverendo abiertamente homosexual. Desde entonces, casi cuarenta congregaciones de esta Iglesia han elegido otras diócesis de países tan lejanos como Ruanda, Brasil o Bolivia, como clara demostración de que la controversia tiene divididos a los anglicanos en todo el mundo, en especial los de la Iglesia de Norteamérica y de Europa frente a la de África, Asia e Iberoamérica.
La controversia en California. Estos días, un nuevo acontecimiento aviva las brasas de la polémica: un hombre y una mujer de los cinco aspirantes a convertirse en próximo obispo de la diócesis de California son homosexuales. Los fieles de la congregación aseguran que sólo quieren encontrar a un líder espiritual que refleje la diversidad de su congregación, formada por 37.000 personas, y no provocar un debate político. Pero si alguno de los dos es elegido, el impacto en la comunión anglicana no tendría precedentes. La ordenación de Gene Robinson en 2003 hizo que 22 de las 28 ramas de la Iglesia en el mundo rompieran relaciones con la estadounidense. La Iglesia episcopaliana asegura, sin embargo, que el número de iglesias que están eligiendo otro camino es pequeño comparado con las más de 7.200 parroquias con un total de dos millones y medio de feligreses que no ponen objeción a que su reverendo pueda tener una pareja del mismo sexo.
Una de las parroquias que ha roto sus vínculos con la Iglesia episcopaliana nacional es la de Grace, en Orange Park, Florida, que sostiene que al elegir un obispo con tendencia homosexual se está yendo contra las enseñanzas de la Biblia. Ahora forma parte de la Iglesia anglicana de Ruanda, a pesar de que está situada a más de 12.000 kilómetros de distancia de Florida.
Por su parte, los que apoyan la posición de la Iglesia episcopaliana nacional dicen que la controversia sobre los párrocos gays es una cuestión de evolución en la Iglesia y no se diferencia de otros debates anteriores, como el que se vivió hace 30 años sobre la ordenación de las mujeres. «En 50 años, esto habrá pasado y habrá intentos de reconciliación», afirma el reverendo Bill Cotas, de la diócesis de Newark, New Jersey, que fue uno de los primeros en aceptar a un clero gay. «El país entero está cambiando en el asunto de los gays y las lesbianas. No puede haber una película como Brokeback Mountain (la película de Ang Lee sobre dos cowboys gays) y pensar que EE UU no ha cambiado a lo largo de estos años respecto a este asunto», afirma el reverendo.