PRIMERO LA BIBLIA, DESPUÉS EL CATECISMO
No es suficiente el catecismo

¿Qué está pasando actualmente en el campo de la catequesis presacramental? Que después de años estudiando el catecismo, los niños siguen sintiéndose acomplejados frente a un compañero no católico. Hasta los mismos catequistas, frente a un alumno que hace un mes se fue con un grupo no católico, se sienten acomplejados.¿La causa? Los grupos no católicos manejan la Biblia desde un principio; además, la utilizan en un sentido anticatólico. ¿Qué hacer, entonces? También nosotros tenemos que empezar a utilizar la Biblia, desde la catequesis presacramental, buscando en ella el alimento para la propia vida espiritual y el fundamento para la propia identidad como católicos.
La Biblia el texto básico; el catecismo, un subsidio
Alguien dirá: “De todos modos en el catecismo se encuentran las citas bíblicas ¿Para qué utilizar la Biblia desde niños?” Respuesta: “No es lo mismo leer la cita Bíblica en el catecismo que leerla directamente en la Biblia”.En efecto, si se lee la cita bíblica en el catecismo, la Biblia sigue siendo para el católico un libro misterioso, como si hubiera alguna dificultad que le impidiera tener un acceso directo a ella. Si, al contrario, desde niños se aprende a buscar y leer las citas bíblicas en la misma Biblia, poco a poco la Biblia se vuelve en un libro familiar para todo católico, que se acostumbra a manejarla con toda naturalidad, descubriendo cada día más los enormes tesoros contenidos en ella.Si algún día, por desgracia, alguien se aleja de la Iglesia (hecho que sucede con cierta frecuencia), por lo menos podrá contar con un tesoro (la Biblia), que al momento de la necesidad espiritual, podrá representar una gran ayuda para reflexionar y posiblemente regresar a Dios y a la comunidad eclesial que lo vio nacer en la fe.En la práctica, ¿qué hacer? Empezar la preparación a la Primera Comunión con un breve curso bíblico, utilizando la Biblia y algún folleto como guía, por ejemplo nuestro folleto “Curso Bíblico para Niños”. Un capítulo por cada clase; un total de 3-4 meses de estudio, con una clase por semana.Terminando el curso bíblico, se empieza con el catecismo normal, como se acostumbra, con la novedad que para cada tema que se trata, se busca el fundamento bíblico: la creación, el pecado, el arrepentimiento, la oración, etc.Además, para cada asunto se señala una cita bíblica, que hay que aprenderse de memoria, como se hace con las oraciones fundamentales (el Padre nuestro, el Ave María, el Gloria, el Credo, etc.), los Diez Mandamientos, los Cinco Mandamientos de la Iglesia, etc.Así que… no se trata de sustituir el catecismo con la Biblia, sino de complementar los dos, poniendo la Biblia en el primer lugar. ¿Y si alguien es pobre y no tiene con qué conseguir la Biblia? Se busca un padrino de Biblia o se inventan otras iniciativas para apoyar a los niños que no cuentan con los recursos suficientes.
Fortaleciendo la fe desde la niñez
Para que desde la niñez el católico se sienta seguro en su fe y no se sienta acomplejado frente a los que lo quieren perturbar, es oportuno que, antes de hacer la Primera Comunión, haga un breve curso de apologética, por ejemplo con el folleto “Cuidado con las sectas”.Contando con un cierto conocimiento bíblico, no le resultará difícil aclarar su identidad como católico (miembro de la Iglesia que fundó Cristo) ni ofrecer una respuesta adecuada a las objeciones y a los ataques que le vienen de afuera.
Un cambio necesario y urgente
Sin necesidad de grandes gastos y utilizando las estructuras catequéticas que ya tenemos, podemos lograr un avance muy significativo en la creación de una conciencia católica entusiasta y creativa. En realidad ¿qué diferencia hay entre la Biblia y el catecismo? La misma diferencia que hay entre un bistek que está saliendo del horno, humeante y oloroso, y otro que sale del refrigerador. Mismo contenido con aspecto y resultados tan diferentes.Lo mismo pasa con la catequesis: una cosa es hacerla con el puro catecismo y otra cosa es hacerla utilizando también la Biblia. Es que la Biblia atrae, entusiasma y fortalece. Es la Palabra de Dios.Una vez que se aprende a utilizarla, uno cuenta con una mina inagotable para su vida espiritual y también para orientar a otros. Siendo creativos, la Biblia ofrece muchísimas posibilidades de aprendizaje, memorizando textos, representando escenas, etc.
Confirmación, quince años, etc.
Lo mismo se puede hacer con relación a la preparación para la confirmación, la celebración de los quince años, el matrimonio, etc. Para la Confirmación, se pueden utilizar los libros “Historia de la salvación” (curso bíblico popular o curso básico, según la capacidad de los alumnos), por lo que se refiere al aspecto bíblico y “Siguiendo las huellas de Cristo”, por lo que se refiere al aspecto catequético. Por lo que se refiere a la apologética, se puede utilizar el libro “La Iglesia Católica y las sectas; Preguntas y Respuestas”.
Conclusión
Vivimos en tiempos nuevos. Tenemos que ser creativos y no dejarnos apantallar por gente que inventa cualquier cosa con el fin de impactar y llevarse a los más incautos.Aunque para muchos esta idea pueda parecer descabellada, estoy seguro de que se está abriendo una nueva perspectiva en la catequesis presacramental. Ya hay párrocos y catequistas, que han manifestado su adhesión a esta iniciativa, sea en México que en otros países. Estamos seguros de que, haciendo esto, en pocos años la Biblia tomará el lugar que le corresponde en el corazón y en la vida del pueblo católico.