Las Sagradas Escrituras están conformadas por 73 libros, divididos en dos grandes partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento está compuesto por 46 libros que narran la historia de la creación, el origen de la humanidad y los primeros pasos del pueblo de Israel. Contiene las leyes hebreas, así como escritos históricos, proféticos, poéticos y sapienciales. Se organiza en las siguientes categorías:
– Pentateuco:
Son los primeros cinco libros de la Biblia (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Relatan los orígenes del mundo, la historia primitiva, la elección de Abraham y su descendencia, y las leyes dadas por Dios a Moisés.
– Libros Históricos:
Narran la historia del pueblo de Israel desde su entrada en la Tierra Prometida hasta su regreso del exilio en Babilonia. Muestran la acción de Dios en el devenir humano, transformando la historia en una Historia de Salvación.
– Libros Proféticos:
Recogen el mensaje que Dios comunica a su pueblo a través de los profetas. Incluyen advertencias, llamados a la conversión y promesas de salvación y esperanza.
– Libros Poéticos y Sapienciales:
Contienen alabanzas, oraciones, proverbios y reflexiones sobre la vida humana en relación con Dios. Expresan la sabiduría y el deseo de vivir conforme a la voluntad divina.
Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento está compuesto por 27 libros y se centra en la figura de Jesús de Nazaret, el Mesías prometido en la Antigua Alianza, y en la misión de sus discípulos. Se divide en las siguientes secciones:
– Evangelios:
Son cuatro narraciones (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) que relatan la vida, el ministerio, la Pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo. Proclaman el cumplimiento de las promesas de Dios y su invitación a la vida eterna.
– Hechos de los Apóstoles:
Escrito por San Lucas, relata los primeros pasos del cristianismo, desde Pentecostés hasta la expansión de la Iglesia primitiva por todo el mundo conocido de la época.
– Cartas o Epístolas:
Son 21 escritos atribuidos principalmente a San Pablo, así como a otros apóstoles. Exhortan, enseñan, corrigen y alientan a las primeras comunidades cristianas en su fe y práctica.
– Apocalipsis:
También conocido como el Libro de la Revelación, es un texto profético atribuido a San Juan, que revela la lucha entre el bien y el mal y anuncia el triunfo definitivo de Cristo y de su Iglesia al final de los tiempos.
En este Mes de la Biblia, te invitamos a profundizar en la Palabra de Dios, descubrir su riqueza, y dejar que transforme tu vida. ¡No dejes de leer, meditar y vivir las enseñanzas contenidas en las Sagradas Escrituras!