TRINIDAD 

Según los testigos de Jehová, no existe la Trinidad, es decir, ellos niegan la existencia de un solo Dios en tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Veamos lo que dice la Biblia al respecto.

Por Jorge Luis Zarazúa Campa.

Personajes
+ Guadalupe, católica.
— Raquel, testigo de Jehová.
• Sara, acompañante de la testigo de Jehová.

Saludo inicial
—Raquel y Sara: (Toc, toc, toc).
+Guadalupe: Buenos días. ¿En qué puedo servirles?
—Raquel: Buenos días, mi nombre es Raquel y el de mi compañera es Sara. Venimos a hablarle un poco de la Palabra de Dios.
+Guadalupe: Mi nombre es Guadalupe, pero pueden decirme Lupita. Ahora, disculpen la pregunta, ¿pero podrían decirme a qué grupo religioso pertenecen?
—Raquel: Somos estudiantes de la Biblia. Por eso estamos aquí, para hablarle de la Santa Palabra de Jehová.
+Guadalupe: Por favor, no me vengan con esos cuentos tan temprano. Digan, por favor, ¿a qué grupo religioso pertenecen?
—Raquel: Por favor, hermana, no se exalte. Mi compañera y yo somos testigos de Jehová.
+Guadalupe: Ya me lo imaginaba.
—Raquel: El día de hoy estamos regalando este folleto con un tema muy importante: «¿Debería usted creer en la Trinidad?»
+Guadalupe: ¡Qué interesante! Y, ¿podría usted decirme cuál es la postura de los testigos de Jehová sobre este tema? Pásenle, por favor, tomen asiento mientras voy por mi Biblia.

Un mito pagano
—Raquel: Espero que no vaya a molestarle, pero la Trinidad es un cuento inventado por los paganos y copiado después por los católicos. ¿Sabía usted que los egipcios ya creían en una trinidad, compuesta por tres dioses: Osiris, Horus e Isis? Lo mismo ocurría en la India, donde la trinidad estaba conformada por Brahma, Visnú y Siva.
+Guadalupe: Mire, por lo que tengo entendido, los egipcios y los hindúes no creían en la Trinidad. Lo que usted me presenta es una triada, es decir, un conjunto de tres dioses, escogidos entre muchos otros dioses adorados por estos pueblos. Es muy distinto el concepto de Trinidad, enseñado por la Biblia y, por tanto, por la Iglesia católica.

Terminología
—Raquel: Oiga, pero yo casi he leído completa la Biblia y nunca he encontrado la palabra Trinidad.
+Guadalupe: Es comprensible. La palabra Trinidad fue utilizada por primera vez en el siglo II por Tertuliano, un teólogo católico. Como usted dice, no aparece en la Biblia. Lo que aparece en la Biblia es la existencia de un solo Dios en tres personas distintas.
•Sara: Como que no alcanzo a comprenderle.
+Guadalupe: Lo voy a poner un ejemplo para que me entienda. En el capítulo 3 del Génesis, donde se narra la desobediencia de Adán y Eva, nunca se utiliza la palabra «pecado». Sólo se nos describe la rebeldía de nuestros primeros padres, que deciden desobedecer un mandamiento de Dios. Pues bien con el tiempo se le llama «pecado» a la enseñanza bíblica que señala que desobedecer a Dios es un acto grave de rebeldía. Así que primero existe la enseñanza y después se le busca el nombre más apropiado para expresar dicha enseñanza.
•Sara: Como que ya le voy entendiendo.
—Raquel: Pues yo todavía no sé que tiene que ver esto con la Trinidad.

Un solo Dios
+Guadalupe: Ahora mismo voy a explicarles. La Biblia es muy clara al afirmar que existe un solo Dios. En eso ustedes y nosotros estamos completamente de acuerdo.
Adorarás al Señor tu Dios
y a él solo servirás (Mt 4,10).

—Raquel: Así es. Esto está clarísimo en la Biblia.

El Padre es Dios
+Guadalupe: También en la Biblia está claro que el Padre es Dios.
Padre nuestro que estás en el cielo (Mt 6,9).

—Raquel: De acuerdo.

El Hijo es Dios
+Guadalupe: Donde empiezan las dificultades es cuándo hablamos de Jesús. Pues bien, hay muchos textos en los que se aclara que Jesús es Dios. Por ejemplo, uno que está clarísimo es Jn 20,28, donde Tomás se dirige a Jesús con estas palabras:
Señor mío y DIOS MÍO (Jn 20,28).

Otro texto clarísimo, en el que vemos que Jesús es Dios, es el siguiente: Filipenses, capítulo dos, versículo seis:
Él, que era DE CONDICIÓN DIVINA, no se aferró celoso a su IGUALDAD CON DIOS, sino que se rebajó a sí mismo, hasta someterse a la muerte, y muerte en una cruz (Filip 2,6).

Escuchemos con atención lo que dice la Carta a los Hebreos:
Que todos los ángeles de Dios
LO ADOREN (Heb 1,6).

El Espíritu Santo es Dios
—Raquel: Pero el Espíritu Santo no es Dios, es la fuerza activa de Jehová. Así que no puede existir la Trinidad.
+Guadalupe: Por supuesto que sí. La Biblia también nos presenta que el Espíritu Santo es Dios. Aclaremos primero que el Espíritu Santo no es una fuerza. El Espíritu Santo es una persona, puesto que se habla de él como maestro y defensor y se le presenta como intercesor. Veamos sólo dos textos bíblicos:
En adelante, el Espíritu Santo Defensor, que el Padre les enviará en mi nombre, LES VA A ENSEÑAR todas las cosas y les va a recordar mis palabras (Jn 14,26).

El propio Espíritu RUEGA POR NOSOTROS, con gemidos y súplicas que no se pueden expresar (Rom 8,26).

•Sara: Bueno… Pero, ¿en qué pasajes de la Biblia se habla de que el Espíritu Santo es Dios?
+Guadalupe: Analicemos Hechos de los Apóstoles, capítulo veintiocho, versículos veinticinco al veintiséis.
Al final los judíos se retiraron muy divididos. Pablo los despidió con estas palabras: «Es muy acertado LO QUE DIJO EL ESPÍRITU SANTO cuando hablaba a sus padres por boca del profeta Isaías: Ve al encuentro de este pueblo y dile: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán (Hech 28,25-26).

—Raquel: Un momento. Pero aquí no se dice por ningún lado que el Espíritu Santo es Dios.
+Guadalupe: Por supuesto que sí. Compara estas palabras de san Pablo, con lo que dice Isaías, capítulo seis, versículos ocho y nueve. Si quieres, léelo en tu Biblia.
•Sara: Yo lo leo. Acabo de encontrar el texto:
Y empecé a oír LA VOZ DE JEHOVÁ que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?» Yo procedí a decir: «¡Aquí estoy yo! Envíame a mí. Y él pasó a decir: «Ve, y tienes que decir a este pueblo: ‘Oigan vez tras vez pero no entiendan; y vean vez tras vez, pero no consigan conocimiento (Is 6,8-9).

•Sara: (sorprendida) ¡Pero si son las mismas palabras! Sólo que San Pablo dice que son palabras que dijo el Espíritu Santo y el profeta Isaías dice que se las dijo el mismo Dios. ¡Qué interesante!

Santísima Trinidad
+Guadalupe: Tienes mucha razón, Sara. El Espíritu Santo es Dios. Y aquí es donde entra la doctrina de la Trinidad. Fíjense bien: por una parte la Biblia aclara que hay un solo Dios, pero por el otro, afirma que el Padre es Dios, que el Hijo es Dios y que el Espíritu Santo es Dios. Sin embargo, no pueden ser tres dioses. Por eso los católicos creemos que existe un solo Dios en tres personas distintas. Y a esta enseñanza bíblica los católicos le llamamos Santísima Trinidad.
—Raquel: Nunca lo había visto de esta manera.
•Sara: Y yo menos.
+Guadalupe: Sólo me resta mostrarles algunos textos bíblicos, en los que aparecen las tres personas divinas:

-Bautismo de Jesús.
En cuanto salió del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el ESPÍRITU, en forma de paloma, bajaba sobre él. Y se oyó una VOZ que venía de los cielos: «Tú eres mi HIJO amado; en ti me complazco» (Mc 1, 10-11).

Aquí encontramos al mismo tiempo la presencia de las tres personas de la Santísima Trinidad: Jesús, que es el Hijo amado, el Espíritu Santo en forma de paloma y el Padre, que habla.

-Misión de los 72 discípulos.
En aquel momento JESÚS se llenó de gozo en el ESPÍRITU SANTO y dijo: «Yo te bendigo, PADRE…» (Lc 10, 21).

Otra vez encontramos al mismo tiempo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

– Predicación apostólica.
Dios resucitó a este JESÚS, de lo cual todos nosotros somos testigos. Y exaltado a la diestra de Dios, ha recibido del PADRE el ESPÍRITU SANTO prometido (Hech 2, 32-33).

Dios Padre resucita a Jesús y le entrega el Espíritu Santo para que lo derrame sobre los creyentes.

– Fórmula bautismal.
Vayan y hagan discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del PADRE, Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO (Mt 28, 19).

Una vez más encontramos al mismo tiempo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Conclusión
+Guadalupe: Como pueden ver, ahora sí puedo responderles la pregunta que me hicieron al inicio de esta conversación. Si, si debería yo creer en la Trinidad.
—Raquel: Francamente me ha dejado muy pensativa. Hablaré con mi pastor, para que me explique mejor este asunto.
•Sara: Discúlpame, Raquel, yo prefiero seguir escuchando a Lupita. En realidad, en este tiempo que he estado contigo, más que nada me ha llenado la mente de confusiones. Discúlpame por el tiempo que te hice perder. Es que no sabía nada de Biblia, me encontraba en una fuerte depresión y tú llegaste hablándome de Dios. Por eso te escuché y seguí tus consejos. Pero ahora me doy cuenta de que con tus ideas me siento peor que antes. Mejor regreso a mi Iglesia, de la que nunca tenía que haberme salido.
+Guadalupe: Que bueno que tomaste esta decisión. Bienvenida de nuevo a la Iglesia católica, la única fundada por Cristo y depositaria de la auténtica enseñanza bíblica.