Basta de migajas. El católico necesita conocer el fundamento último de su ser y quehacer como hijo de Dios y miembro de la Iglesia. Es tiempo que la Biblia se vuelva en su «Regla de Vida».

Incertidumbre y debilidad

¡Qué pena da ver masas católicas que nadan en la más grande incertidumbre, sin una regla clara de fe, siempre al pendiente del oráculo de tal o cual sacerdote o teólogo!

Evidentemente, no estamos hablando de los católicos alejados. Para ellos, el problema no existe. El problema se presenta cuando se trata de católicos comprometidos, que quieren vivir su fe con seriedad, preocupados por cumplir con la voluntad de Dios.

Estudian el catecismo, asisten a la misa dominical, forman parte de un movimiento apostólico, acuden a congresos… Pero no se sienten seguros, puesto que desconocen el fundamento último de la fe y no saben qué pensar acerca de muchos aspectos sobre los cuales existen opiniones diferentes.

«Es que los sacerdotes no quieren que ustedes católicos conozcan la verdad; por eso no les enseñan la Biblia», así interpretan esta situación muchos excatólicos, que dejaron la Iglesia y se fueron a engrosar las filas de algunos grupos proselitistas.

Sin olvidar que el hecho de no saber manejar debidamente la Biblia hace al católico vulnerable frente a las agresiones que le vienen de afuera y también a muchos tipos de manipulación, que se dan dentro de la misma Iglesia. La norma, que se ha seguido durante mucho tiempo «acatar y callar», ya no sirve. Hoy el pueblo es más despierto. O se le habla claro y con fundamento o se aleja.

 

Familiarizarse con la Biblia

¿Y cuál es el fundamento último del ser y quehacer del católico comprometido? La Biblia. Entonces, es necesario que nos decidamos de una vez a poner la Biblia en las manos del católico, no como un adorno, sino como la regla última de fe, siempre en sintonía con la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

¿Y cómo será posible esto? Ayudando al católico a familiarizarse con la Biblia desde sus primeros pasos en la fe hasta su muerte. Que todo se haga con la Biblia.

 

Conformar la propia vida

a los preceptos y criterios bíblicos

Todo tiene que estar encaminado a entender y vivir el mensaje bíblico en plenitud. Solamente así nuestras iniciativas en campo catequético alcanzarán el máximo provecho. Que de una vez se deje de manejar un material que tiene poco que ver con la Biblia, acudiendo muchas veces a motivaciones de orden psicológico o ideológico de dudosa proveniencia. Lo que favorece sin duda la dispersión y la incertidumbre.

Que aprendamos de una vez a usar siempre la Biblia, no solamente citas sacadas de la Biblia. Biblia en la catequesis, Biblia en los retiros y ejercicios espirituales, Biblia en la Misa, Biblia en el Santo Rosario, el Vía crucis, las Posadas de Navidad, el Novenario de Difuntos…, en todo.

Haciendo esto, poco a poco el católico irá aprendiendo a amar la Biblia, a sentir el gusto por la Palabra de Dios y a conformar la propia vida a los preceptos y criterios que le vienen de la Biblia. Una tarea realmente entusiasmante para todos.

 

TAREA

1.- Completa estas frases:

– La Biblia tiene que volverse en nuestra «Regla de

».

– Muchos católicos practicantes se sienten inseguros por desconocer la

– Todo católico tiene que familiarizarse con la

 

 

2.- Contesta estas preguntas:

– ¿Qué tenemos que buscar en la Biblia?

 

 

– La Biblia ¿es para todos o solamente para algunos?

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