Estimado Patricio:
Mil gracias por tus comentarios.
He aquí algunas observaciones:

Hay de "masas" a "masas"
Cuando nos referimos a las “masas” católicas evidentemente no nos estamos refiriendo a la “masa” que prepara el panadero o el que labora en la tortillería para cocinar sus productos. Es un término sociológico empleado ya por Ortega y Gasset en una de sus obras más representativas, “La Rebelión de las Masas”.


Por lo general se define a la masa o a las masas como un número relativamente grande de personas, especialmente dispersas y anónimas, que reaccionan a uno o más de los mismos estímulos, pero actúan individualmente sin considerarse unos a otros. Se usa para distinguirlo de conceptos tales como “multitud”, “muchedumbre”.
la sociedad es siempre unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las minorías son individuos o grupos de individuos especialmente cualificados. La masa es el conjunto de personas no especialmente cualificadas. Es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que se repite en sí un tipo genérico.
En el mismo sentido se usa en sociología y en las ciencias de la comunicación el concepto “cultura de masas” y el de medios de comunicación “masiva”. Se relaciona con su contraparte inglesa “mass” de donde vienen términos como “mass media”, “mass culture”, “mass comunication”, “mass education”, etc.
Como ves, no tiene el sentido que puede parecer a simple vista. El término en sí se relaciona también con otras disciplinas científicas. ¿Recuerdas esta fórmula conocidísima E=mc2, donde E es la energía de un cuerpo, m su masa y c2 la velocidad de la luz elevada al cuadrado? En este sentido “masa” es la cantidad de material en un objeto, y usualmente se mide en una unidad básica conocida como kilogramo.

Por lo general se usa el término masas católicas para distinguirlo del llamado laicado organizado. En este sentido lo empleamos aquí. En efecto, la propuesta del Padre Amatulli y de los Apóstoles de la Palabra consiste en atender debidamente a todos los católicos, no sólo a los católicos comprometidos. Debe atenderse también a los católicos alejados.

Como ves, no pretendemos que el católico se quede en la Iglesia para vivir en la “mediocridad”, sino para que viva coherentemente su fe católica. Evidentemente, necesitamos hacer serios cambios en la Iglesia para que pueda atender a todos y a cada uno de sus feligreses de tal manera que vivan su fe con seguridad y dignidad y que lleguen a ser discípulos y misioneros de Cristo.

El sueño es lograr pasar de un catolicismo de tradición a un catolicismo de convicción, sin que se lleguen a perder las masas.

Cuando en la encuesta hablamos de “inducción” no nos referimos sin más al término manipulación. Por lo general el éxodo de católicos a otras propuestas religiosas no se da de manera espontánea, puesto que hay una búsqueda sistemática de parte de los grupos proselitistas.
No negamos la bondad de tantos hermanos nuestros que pertenecen a otros grupos religiosos. Conocemos y admiramos a muchos de ellos, pero no implica quedarnos cruzados de brazos. Nuestra tarea es fortalecer la fe de los católicos para que no se vayan a otras propuestas religiosas e inicien en la Iglesia católica un auténtico camino de conversión.
Como ves, estamos como tú, en contra de la “mediocridad”.

Por lo demás, tenemos algunas propuestas semejantes a las tuyas. Puedes leerlas ampliamente en los siguientes libros:

Iglesia y sectas: ¿pesadilla o reto?
Un nuevo rostro de Iglesia.
Análisis de la realidad eclesial
Dibujando un nuevo rostro de Iglesia.

Afectuosamente,

Jorge Luis Zarazúa Campa, fmap
jorgeluiszarazua@prodigy.net.mx