Son una manera práctica para fortalecer la fe del católico.
Por Ahymilec Pérez López
Jesús y los Apóstoles
predicando en las casas
Es un método muy sencillo para avanzar en la evangelización dentro de la Iglesia. El mismo Evangelio nos da la pauta para comprender la importancia de esta práctica pastoral en orden a la evangelización.
En el Evangelio se San Marcos encontramos lo siguiente:
Jesús recorría los pueblos de alrededor enseñando. Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros… Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de aquel lugar (Mc 6,6-10).
Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar allá, pues para esto he venido (Mc 1,38).
Como vemos, Jesús no utilizaba métodos muy complicados , sino muy sencillos y directos para llegar al pueblo.
Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía Marta una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra (Lc 10,38-42).
Ventajas de las visitas domiciliarias
Como apóstol de la Palabra he podido comprobar como mucha gente alejada se acerca a la Iglesia si es visitada por algún agente de pastoral. He aquí algunas ventajas que proporcionan las visitas domiciliarias, tanto el evangelizador como a las personas visitadas.
El evangelizador:
* Conoce más la situación del pueblo y mediante este conocimiento puede dar a la gente un mensaje de Cristo más directo, conforme a la necesidad de cada uno.
* Logra tener más seguridad en el trabajo que desempeña, constatando sus frutos.
No me eligieron ustedes a mí fui yo quien los elegí a ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero (Jn 15,16).
* Llega a ser más pensante y creativo puesto que el contacto con la gente le surgen nuevas ideas, útiles para la evangelización.
* Se vuelve en un auténtico pastor y guía de la comunidad.
La gente:
* Conoce más su identidad católica, aclarando todo tipo de duda.
* Logra un conocimiento más profundo de la Palabra de Dios.
* Al aclarar sus dudas, algunos regresan a la Iglesia y otros toman la decisión de no salirse de ella.
Conclusión
Los invito a todos a dedicar parte su tiempo para evangelizar la casa en casa. Así podrán comprobar su enorme eficacia.
No perdamos el tiempo en esperar a que la gente venga a nosotros; somos nosotros los que tenemos la obligación de ir a buscarla, a ejemplo del Buen Pastor que va en busca de la oveja perdida (Lc 15,3-7).
Y no olvides enviar tus experiencias y comentarios a este boletín informativo. Seguramente serán útil para todos.