En un nuevo caso de intolerancia religiosa de la región Altos, las autoridades de San Juan Chamula impusieron una "multa" de cinco mil pesos a un indígena que decidió dejar el tradicionalismo y convertirse en evangélico, denunciaron los familiares del afectado.

Explicaron que el pasado lunes, las autoridades tradicionalistas de la comunidad de Los Ranchos y sus vecinos que profesan la religión católica-tradicionalista, llegaron al domicilio del evangélico chamula, Miguel Hernández López, le cortaron el servicio de agua y de energía eléctrica.

Sin respetar la libertad de credo, como ya es costumbre en ese lugar, las autoridades comunitarias y los vecinos lo amenazaron y presionaron para que abandone su religión, pero como Hernández López se negó lo trasladaron a la cabecera municipal de Chamula, donde lo pusieron a disposición del juez de Paz y Conciliación indígena, Mariano Hernández Hernández, quien lo metió a la cárcel. Los tradicionalistas, una corriente de la cual la iglesia católica no reconoce estos "métodos de justicia", impusieron una multa de cinco mil pesos a Miguel Hernández López "por haberse cambiado de religión".

Por carecer de recursos económicos, el indígena fue obligado a firmar "una letra de cambio" que deberá pagar a más tardar el 27 de este mes. Con ello obtuvo su libertad la tarde del pasado miércoles.

Sin embargo, "no tenemos dinero, vamos a tener que pedir prestado para pagar y evitar que los católicos nos agredan o nos expulsen de la comunidad", advirtieron los familiares de Miguel Hernández, a quienes estas injusticias fortalecen más su fe evangélica, pues "ya no quiero ser católico tradicionalista".

De los años 70 hasta mediados de 1995, los tradicionalistas y caciques de Chamula expulsaron a más de 30 mil indígenas evangélicos que fueron reubicados en San Cristóbal.