«Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor» (Mt 25, 21).

Oh Dios, que en tu divina providencia elegiste como Sumo Pontífice de tu Pueblo a tu siervo, el Papa Francisco, concede a quien fue Vicario de tu Hijo en la tierra ser recibido por Él mismo en la gloria eterna.

«Ven tú, bendito de mi Padre, hereda el Reino preparado para ti desde la creación del mundo; porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me acogiste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y en la cárcel y me visitaste» (cf. Mt 25, 34-36).

Oh Dios, Pastor eterno de las almas, mira con bondad al pueblo que te suplica y concede a tu siervo, el Papa Francisco, quien presidió en la caridad a tu Iglesia, alcanzar, por tu misericordia, el premio del servidor fiel, junto con el pueblo que le fue confiado.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Dale, Señor, el descanso eterno.

R/. Y brille para él la luz perpetua.

El alma de tu siervo Francisco, y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.

R/. Amén.