PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA BIBLIA

Por el P. RAYMOND E. BROWN

En castellano existe una de las más bellas traducciones modernas de la Biblia, realizada por un exegeta, filólogo y poeta de gran calidad: Luis Alonso Schökel. Él dirigió (acompañado por J. Mateos) La Nueva Biblia Española (Cristiandad, Madrid 1975); el texto es desigual (se nota la mano de los colaboradores) y a veces pierde en precisión lo que gana en claridad, pero la fuerza y cercanía de algunos de los libros del Antiguo Testamento (cf. Sal, Job, Prov) resulta impresionante. Esa traducción, retomada en gran parte por La Biblia para la iniciación cristiana (Episcopado Español, Madrid 1977), constituye uno de los grandes monumentos literarios de la lengua castellana de este siglo. El mismo Alonso Schökel ha retomado y unificado la traducción en La Biblia del peregrino (Ega y Mensajero, Bilbao 1993), superando las lagunas anteriores y ofreciendo después, junto al texto, un comentario literario en tres volúmenes (Ega, Mensajero, EVD, Bilbao-Estella 1996-1997). Esta traducción no puede sustituir nunca en precisión exegética a la de Cantera-Iglesias (BAC), ni en aplicación pastoral a la Biblia de la Casa de la Biblia. Es un texto para recrear y gozar la Biblia más que para estudio o práctica cristiana, pues las opciones literarias y las aplicaciones del autor no serían compartidas por todos. Pero esta traducción seguirá siendo utilizada por los amantes de la buena literatura.

No hay en castellano, que yo sepa, traducciones puramente populares de la Biblia, como hallamos en otros idiomas (inglés, francés). En esa línea se puede situar la traducción ecuménica ya citada Dios habla al hombre (Sociedades Bíblicas Unidas, Claret, Madrid 1994). En perspectiva catequética, debemos recordar la Biblia didáctica (SM, Madrid 1996), que aprovecha la traducción de la Biblia de la Casa de la Biblia.