Muchas personas que aman la Biblia ignoran que, sin la Iglesia Católica, no la tendrían en sus manos. No se trata de una afirmación triunfalista, sino de un hecho histórico. La Iglesia no solo preservó y transmitió la Sagrada Escritura a lo largo de los siglos, sino que también la definió, la protegió y la difundió, incluso a costa de la vida de muchos de sus hijos.
1. La Iglesia preservó los libros sagrados
Desde los tiempos apostólicos, la comunidad cristiana custodió los escritos inspirados. Los primeros cristianos no tenían una Biblia completa como la conocemos hoy. Tenían el Antiguo Testamento, leído en la sinagoga, y poco a poco fueron circulando las cartas de los apóstoles y los evangelios. Sin la Iglesia que los recopilara, muchos de estos textos se habrían perdido.
En el siglo IV, la Iglesia definió el canon bíblico, es decir, la lista de libros inspirados. Fueron concilios católicos, como el de Roma (382), Hipona (393) y Cartago (397), los que confirmaron los 73 libros de la Biblia, el mismo canon que aún conserva la Iglesia Católica.
2. La Iglesia copió la Biblia a mano durante siglos
Antes de la invención de la imprenta en el siglo XV, los monjes católicos dedicaron sus vidas a copiar la Biblia a mano en los monasterios. Si hoy podemos leer la Escritura, es porque generaciones de copistas preservaron fielmente los textos en condiciones difíciles. Lejos de ocultar la Biblia, la Iglesia la protegió con celo.
En la Edad Media, la mayoría de la población era analfabeta, y por eso la Biblia se representaba en el arte, en vitrales y en la liturgia, para que todos pudieran conocer la Palabra de Dios.
3. La Iglesia impulsó la primera Biblia impresa
Cuando Johannes Gutenberg inventó la imprenta en 1440, ¿sabe cuál fue el primer libro que imprimió? La Biblia, y fue una edición católica en latín, la Biblia Vulgata de San Jerónimo, que la Iglesia usaba desde hacía mil años.
A lo largo de la historia, la Iglesia promovió traducciones de la Biblia a diversas lenguas. En el siglo XIII, ya había Biblias en francés, italiano y español, mucho antes de la Reforma Protestante.
4. La Iglesia sigue defendiendo la Biblia hoy
Algunos creen erróneamente que la Iglesia Católica impidió la lectura de la Biblia. En realidad, lo que la Iglesia siempre ha hecho es proteger su correcta interpretación. Por eso, advirtió contra traducciones erróneas o manipuladas. Hoy, la Iglesia sigue promoviendo la lectura de la Biblia en su totalidad, sin quitar ni añadir libros.
Cada vez que usted toma su Biblia, recuerde que fue la Iglesia Católica la que la preservó, transmitió y defendió durante siglos. Sin ella, simplemente no tendríamos la Sagrada Escritura.
Si usted ama la Biblia, ¡también debe amar a la Iglesia que nos la dio!